El exilio de 15 años de Thaksin Shinawatra llega a su fin mientras regresa a Tailandia para enfrentar la cárcel. Su partido político, Pheu Thai, ha aceptado conformar una coalición con otros once partidos, incluso formaciones ultramonárquicas con generales militares, para colocar a Srettha Thavisin como primer ministro.
A su llegada al aeropuerto, Thaksin fue recibido por sus hijos, aunque su hija, Paethongtarn, no asumirá el cargo de líder del gobierno. Thaksin fue condenado en ausencia por cargos de corrupción, aunque sus seguidores consideran que esta condena fue una motivación política.
El ex primer ministro tailandés es muy popular en el norte y noreste del país, así como entre las clases trabajadoras de Bangkok. La elección de Thavisin como primer ministro ha incrementado el valor de su empresa inmobiliaria.
Los «camisas rojas», seguidores políticos y admiradores de Thaksin, esperaban ansiosos su regreso y aún se están recuperando de la violencia sufrida durante los enfrentamientos en 2011.
Anteriormente, era impensable que el partido de Thaksin fuera considerado como el mal menor en comparación con el partido Avanzar. Sin embargo, la negativa de pactar con partidos tutelados por el ejército impidió que Pita Limjaroenrat se convirtiera en líder del partido Avanzar.
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