Las fuertes lluvias en Pekín han dejado un saldo trágico, con 11 muertos y 27 desaparecidos, según informaron las autoridades. Estas lluvias, causadas por el tifón Doksuri, han sido las más intensas registradas en la ciudad desde 1951.
El distrito de Mentogou ha sido el más afectado, con calles convertidas en ríos y una grave falta de electricidad y comunicación. Debido a esto, más de 120.000 personas han sido evacuadas en la ciudad.
El tifón ha causado un impacto aún mayor, ya que carreteras, aeropuertos y líneas de metro y ferrocarril han tenido que ser cerrados como medida de precaución. Ante esta situación, el Ejército de Liberación Popular ha lanzado ayuda a los pasajeros atrapados.
El tifón Doksuri también ha causado destrucción en Filipinas, sumándose a los estragos dejados por este fenómeno natural. Por esta razón, las autoridades en China han advertido sobre el riesgo de deslizamientos e inundaciones en las zonas montañosas.
Afortunadamente, se espera que las lluvias remitan el miércoles, dando un respiro a los habitantes de Pekín y permitiendo hacer frente a las consecuencias de las inundaciones. Sin embargo, los expertos han señalado que el cambio climático es el responsable de la frecuencia y fuerza de estas tormentas.
Además, se prevé la llegada del tifón Khanun a la provincia de Zhejiang en los próximos días, lo que significa que el país deberá estar preparado para enfrentar nuevos desafíos en materia de climatología.
Estas situaciones tan extremas nos hacen reflexionar sobre la importancia de tomar medidas para protegernos ante los efectos del cambio climático y de estar preparados para enfrentar fenómenos naturales cada vez más intensos y frecuentes.
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