La disentería porcina es una enfermedad prevalente en la cría de cerdos. Se caracteriza por la presencia de diarrea sanguinolenta y mucoide, lo cual afecta notablemente la salud de los animales. Esta enfermedad es causada por diferentes agentes, como el Brachyspira hyodysenteriae, B. hampsonii y B. suanatina.
Investigaciones recientes revelan que los cerdos presentan síntomas de la enfermedad únicamente si se infectan con cepas capaces de destruir los glóbulos rojos. Durante las últimas décadas, el control de esta enfermedad se ha logrado mediante el tratamiento antibiótico y rigurosas medidas de limpieza y desinfección.
Sin embargo, en los últimos años se ha observado un aumento en la detección de los agentes causantes de la enfermedad en granjas porcinas, sin presentar la presencia de síntomas. Esta situación plantea interrogantes importantes sobre la necesidad de tomar medidas drásticas para su control.
Actualmente, para diagnosticar de manera concluyente la disentería porcina, se requiere la detección de signos clínicos, lesiones post-mortem y la presencia de los agentes mediante pruebas de laboratorio. La detección de los agentes tiene consecuencias importantes para las granjas afectadas, ya que puede conducir al cese del comercio de animales.
Frente a la aparición de los agentes sin la presencia de la enfermedad, expertos en el tema sugieren realizar pruebas de laboratorio adicionales para confirmar la presencia de cepas «leves» y evaluar su virulencia y el impacto en la producción porcina. Se hace hincapié en la importancia de evaluar los riesgos y beneficios antes de tomar decisiones sobre el comercio de animales y la eliminación de las cepas «leves».
En resumen, la disentería porcina sigue siendo una preocupación para los productores de cerdos. Es esencial tomar en cuenta las distintas variantes de la enfermedad y su impacto en la salud animal y en el comercio porcino. Pruebas de laboratorio adicionales y evaluaciones de riesgos son necesarias para garantizar una respuesta adecuada ante la detección de los agentes sin la presencia de la enfermedad clínica.
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